Mientras China busca acelerar la energía de bajo carbono, está activando un reactor de fusión nuclear experimental.
China está empujando su liderazgo en el frente de la nueva energía. El imperio asiático ha activado con éxito su reactor experimental de fusión nuclear más avanzado, según la Agencia de Noticias de Nueva China. El país, el mayor contaminador del mundo, ha construido su crecimiento en gran medida a partir de combustibles fósiles y sigue construyendo cada año nuevas centrales eléctricas de carbón altamente contaminantes.
Pero China es también el mayor inversor del mundo en energía renovable. En sus investigaciones para producir energía de bajo carbono, está llevando a cabo experimentos sobre la fusión nuclear, considerada por sus defensores como la energía del futuro porque es infinita, como la del sol, y no produce ni residuos ni gases de efecto invernadero.
China tiene un reactor Tokamak HL-2M, el más eficiente del país, en la provincia sudoccidental de Sichuan. Es una cámara de contención magnética que genera un calor fenomenal para fundir los núcleos atómicos.
Este tokamak es apodado «sol artificial» por la temperatura que puede superar los 150 millones de grados, según Nueva China – diez veces el calor producido en el núcleo del sol. El reactor «proporcionará apoyo técnico esencial a China» como parte de su participación en el proyecto internacional Iter sobre reactores experimentales de fusión, explicó el ingeniero jefe Yang Qingwei, citado por Nueva China.
La investigación de la fusión nuclear no es nueva. Las cámaras de contención magnética fueron diseñadas originalmente en la URSS. Otros se construyeron en Europa, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur. Esta «fusión» nuclear (cuyo principio ya se utiliza para la explosión de las bombas de H) no debe confundirse con la «fisión» (división de los átomos) que tiene lugar en las centrales atómicas convencionales.
La dificultad radica en mantener estas temperaturas de manera duradera y contenerlas en materiales resistentes. En julio, en Saint-Paul-lès-Durance (Bouches-du-Rhône), Francia inició el montaje de un gigantesco reactor de fusión en el marco del proyecto Iter. Apunta a 150 millones de grados, pero las primeras pruebas no se esperan antes de 2025.