Si estás pensando en presentarte a unas oposiciones, hazte las siguientes siete preguntas antes de decidirte
¿Cómo se elige una oposición, cuánto tiempo hay que preparar y cuáles son los pasos?
La crisis también ha afectado a la imagen de la administración pública. Hay dos tipos de candidatos, por un lado, jóvenes que acaban de salir de la escuela y cuyas familias los animan a presentarse a las oposiciones debido a la crisis, y de adultos mayores de 35 años que se han visto afectados por la recesión y buscan estabilidad.
La preparación de las oposiciones es un proceso largo, cuya prueba final es el examen de selección. La solución es dejar la libertad que quieras durante unos meses o años, según el puesto al que optes.
La fórmula del éxito parece clara, al menos sobre el papel. Motivación, disciplina, trabajo duro y, sí, un poco de suerte. Pero antes de que te decidas a dar el arriesgado paso, hay que averiguar muchas cosas. He aquí siete preguntas básicas que hay que hacer a cualquiera que se plantee asumir un riesgo.
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¿Qué son las oposiciones y cómo se realizan?
Las oposiciones son el mecanismo por el que la administración pública selecciona y contrata a los funcionarios. El proceso debe respetar siempre los principios de competencia y capacidad exigidos por la Constitución, y su finalidad es realizar una serie de pruebas para evaluar, por un lado, la competencia de los candidatos y, por otro, establecer prioridades en función de la puntuación de cada uno de ellos.
Pero, ¿Qué hay que hacer en una oposición? El contenido del examen depende del puesto al que opta el candidato, pero según la Ley Básica de la Función Pública,
el candidato debe «probar los conocimientos y la capacidad de análisis del candidato expresados oralmente o por escrito, realizar ejercicios que demuestren el dominio de habilidades y competencias, probar la capacidad del candidato para trabajar en un idioma extranjero y, si es necesario, someterse a un examen médico».
Una oposición es ante todo un proceso con etapas, plazos especiales. Siempre comienza con un anuncio público del puesto de trabajo y una previsión de cuántas vacantes se van a convocar en un año determinado por parte de la administración u organismo público correspondiente.
A este anuncio le siguen las condiciones, es decir, qué requisitos se necesitan, cuántos exámenes se celebrarán, de qué tratarán y si serán opcionales y quedará claro cuando se publiquen las instrucciones sobre cómo se llevará a cabo el proceso de selección.
A continuación, se abrirá un periodo durante el cual los candidatos deberán presentar una solicitud formal y demostrar que cumplen los requisitos.
Una vez transcurrido este periodo, se publicará la lista de admitidos (primero de forma provisional y luego de forma oficial) y se anunciará la fecha del examen. Sólo los candidatos admitidos pueden presentarse al examen, que suele celebrarse en los tres o cuatro meses siguientes a la publicación de la convocatoria.
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¿Cuáles son los requisitos para presentar una solicitud?
Los requisitos principales son cuatro: tener la nacionalidad española, estar capacitado para el desempeño de las funciones propias del puesto, no haber sido objeto de expediente disciplinario y tener la titulación necesaria para presentarse. Por regla general, estos requisitos deben completarse antes de la fecha límite de solicitud.
Además, dependiendo del tipo de trabajo para el que se le contrate, pueden ser necesarios requisitos adicionales. Por ejemplo, existen ciertas exenciones médicas para las solicitudes a los cuerpos y fuerzas de seguridad como para las oposiciones policía nacional.
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¿Qué debo tener en cuenta si decido presentarme a una oposición?
Si opta por una oposición, la cualificación es el primer obstáculo. Los funcionarios se dividen en tres grupos (A, B y C) según el nivel de formación exigido para el puesto: el grupo A requiere un título universitario, el grupo B la máxima cualificación técnica, el grupo C1 un título de grado y el C2 un certificado de estudios».
La movilidad geográfica también es una cuestión importante. Participar en concursos nacionales suele significar tener que trabajar en otro lugar, al menos durante un cierto periodo de tiempo. Si no quieres cambiar de destino, tienes que buscar en las convocatorias regionales y locales.
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¿Cuánto tiempo se necesita para preparar la oposición?
Depende mucho de la oposición a la que te presentes, del equilibrio entre trabajo y estudio, del tiempo de estudio que tengas a tu disposición cada día y de cómo utilices ese tiempo.
En cualquier caso, está claro que cuanto mayor sea la competencia, más tiempo habrá que dedicar a la preparación del examen. En general, se dice que tarda entre uno y tres años para el Grupo A, entre nueve meses y un año para el Grupo B y entre seis y nueve meses para los demás.
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¿Qué opciones hay para preparar los exámenes?
Hay dos maneras de estudiar de forma independiente o bajo la dirección de una escuela o academia.
La primera dificultad a la hora de estudiar para el examen por tu cuenta es la obtención de materiales de estudio. No hay un programa o libro oficial, y la única guía sobre lo que hay que estudiar es el programa incluido en cada examen.
En cualquier caso, debes asegurarte de que todas las secciones y temas incluidos en el programa oficial se cubren adecuadamente, y no sólo parcialmente. En particular, asegúrate de tener los materiales legales más actualizados, ya que muchos están en proceso de cambio.
El aprendizaje online es una opción cada vez más popular a la hora de preparar los exámenes con la ayuda de un preparador o una academia.
En cualquier caso, que lo hagas solo o acompañado depende del tipo de compromiso que adquieras, de si necesitas ayuda para ser constante, de un buen plan de trabajo, de establecer un calendario y de seguir un enfoque.
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¿Puedo preparar las oposiciones si estoy trabajando?
Sí, pero tienes que ser muy realista con tu agenda. Para aprobar una oposición hay que sacrificar muchas cosas. El 60% de los estudiantes compaginan los estudios con el trabajo, y la mayoría trabaja a tiempo parcial.
Compaginar las oposiciones con un trabajo a tiempo completo requiere un nivel de disciplina muy alto, pero es posible. La motivación es crucial en esta etapa. Los estudiantes que mejor entienden por qué han decidido presentarse a una oposición son los que más tiempo pueden aguantar.
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¿Qué ocurre si se aprueba el examen y qué ocurre si se suspende?
Aprobar un examen no garantiza que se apruebe o supere el siguiente. Los resultados de los exámenes se fijan en función de la nota del examen y suelen basarse en el número de plazas disponibles, el número de solicitantes y el número de puntos otorgados.
Puede haber más aprobados que plazas.
Lo más habitual es tener que afrontar el suspenso. Para valorar el fracaso en su justa medida, hay que analizar con realismo las razones del fracaso.
También hay un elemento de suerte es el 10% del total. Así que el cinco por ciento viene determinado por si has estudiado más o te has preparado mejor, y otro cinco por ciento por si te has levantado con dolor de cabeza ese día o te ha pillado un chaparrón de camino al examen. Eso es algo para lo que no podemos prepararnos.