Duración: 06:40
Selvas tropicales. Un Mundo Frágil 2. Planet DOC
Continuación de esta magnifica serie documental donde se muestra dos mundos diferentes -el creado por el hombre y el natural-, opuestos tanto en el contenido como en la forma
SINOPSIS. Un Mundo Frágil 2, de Planet Doc (2016)
La población humana crece constantemente. Somos millones de personas que buscamos comida, cobijo y prestaciones en la tierra y el agua. Muchos miembros de la humanidad son pobres y viven en los países menos desarrollados, por lo que los problemas medioambientales derivados de sus actividades son un lujo demasiado lejano y fuera de su alcance en la lucha diaria por la supervivencia de sus familias.
Para muchos de ellos, una pequeña parcela de tierra en la que cosechar sus cultivos es valiosa. Estos pobres están en países donde queda la última tierra virgen del planeta. Por eso, cuando queman o desbrozan tierras para cultivar, se encuentran en lugares con una biodiversidad muy elevada, puntos ecológicos calientes del mundo.
La presión sobre los pobres para satisfacer sus necesidades más básicas repercute directamente en el último paraíso del mundo saqueado: sus ecosistemas. Y las más sensibles están desapareciendo a un ritmo alarmante.
Los científicos consideran las selvas tropicales la sede de la biodiversidad mundial. Actualmente sólo ocupan el 6% de la superficie terrestre, pero albergan más de la mitad de las especies conocidas por la humanidad.
Ya hemos destruido más de la mitad de los bosques primarios del planeta. Las plantas tropicales contienen sustancias de las que el ser humano ha extraído propiedades medicinales con orígenes lejanos. Cuando una especie desaparece, se lleva consigo sustancias medicinales para tratar nuestras enfermedades mortales.
Lo mismo puede decirse de los animales, muchos de ellos aún por descubrir, cuyas sustancias ocultas nos curan, nos alimentan y nos facilitan el trabajo.
Se cree que los habitantes nativos de la selva tropical son la enciclopedia viviente de la farmacia natural del bosque. Conocían los secretos de miles de especies animales, pero como no había registros escritos para transmitir estos conocimientos, se transmitían oralmente de generación en generación. Sin embargo, cuando se talaron los bosques, los antepasados desaparecieron con ellos. Y la información de los antepasados sobre la medicina forestal se perdió para siempre.
La pérdida de bosques y selvas no sólo empobrece la biodiversidad terrestre, sino que afecta a los fundamentos de la vida en la Tierra. Como los bosques son responsables de las precipitaciones alrededor del ecuador, su presencia tiene un impacto directo en los recursos hídricos, el clima y la atmósfera del planeta. Sin embargo, la humanidad sigue destruyendo a sus benefactores en la desesperación y la ceguera.
En el sudeste asiático, las empresas madereras destruyen los bosques en busca de maderas nobles. En Centroamérica y la cuenca del Amazonas, los pastores en busca de pastos queman y talan los bosques. Pero el mayor problema son los agricultores pobres. 200 millones de personas queman y talan bosques en busca de tierras cultivables. Sin tecnología agrícola, la tierra se vuelve inútil tras una o dos míseras cosechas. Y la selva tropical lixivia su suelo sin control. Y lo que antes era un tesoro de biodiversidad se está convirtiendo irremediablemente en un desierto.