Definición: El Protocolo de Kioto
En diciembre de 1997, al término de la tercera reunión de los firmantes de la Convención de Río, 38 países industrializados se comprometieron a reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero mediante la firma del Protocolo de Kioto: CO2, CH4, N2O, HFC, PFC y SF6.
Estos países industrializados se han comprometido a reducir sus emisiones en una media del 5,2% entre 2008 y 2012 respecto a los niveles de 1990.
Los países en desarrollo están exentos de los compromisos cuantificados para no poner en peligro su desarrollo.
Para entrar en vigor, este protocolo debía ser ratificado por más de 55 países que representan más del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
- La Unión Europea y muchos otros países ratificaron el protocolo en 2002.
- Rusia ratificó el acuerdo a finales de 2004, lo que provocó la entrada en vigor del protocolo.
- En 2007, Australia lo ratificó.
- Estados Unidos, por su parte, se retiró del protocolo en 2001.
Para cumplir el Protocolo de Kioto, la Unión Europea ha creado un programa de acción y un sistema de comercio de emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Qué es el Protocolo de Kioto?
Como hemos dicho, el Protocolo de Kioto se firmó en 1997 en la COP3, como protocolo adicional -y primera aplicación vinculante- a la Convención sobre el Clima de 1992.
Entró en vigor en 2005, tras su ratificación por parte de Rusia.
Prevé compromisos diferenciados para los distintos países, basados en el principio de una responsabilidad histórica distinta entre los países industrializados y los países en desarrollo.
Incluye compromisos vinculantes para 38 países industrializados, con un objetivo medio de reducción del 5,2% entre 2008 y 2012, en comparación con las emisiones de 1990. Por otro lado, países en desarrollo como Brasil, China e India son partes del protocolo pero no están sujetos a la reducción de emisiones.
En concreto, el protocolo establece tres mecanismos flexibles:
- Un mercado de permisos de emisión
- Un mecanismo de aplicación conjunta
- Un mecanismo de desarrollo limpio, destinado a los países en desarrollo, que permite obtener créditos de emisión sobre la base de proyectos de inversión.
Estas medidas son subsidiarias: están pensadas para complementar los planes nacionales de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Al expirar a finales de 2012, sus objetivos parecen haberse cumplido ampliamente. Sin embargo, como resultado de la retirada de los países industrializados (Estados Unidos firmó el protocolo pero el Senado no lo ratificó, y Canadá se retiró en 2011) y el aumento de países como China e India, los 38 países desarrollados sólo representaron el 36% de las emisiones mundiales en 2010.
Por tanto, parece que una reducción de las emisiones por parte de estos países no será suficiente sin un compromiso concomitante de los países en desarrollo.
En 2012, la COP18 de Doha amplió el protocolo, apoyando el objetivo de que 37 países industrializados redujeran las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 18% (de nuevo en comparación con 1990) entre 2013 y 2020.
Sin embargo, países como Canadá, Rusia y Japón se han retirado. Además, las medidas vinculantes siguen sin cubrir a los países emergentes, incluso cuando alcanzan un nivel de desarrollo que se traduce en una contribución significativa a las emisiones de gases de efecto invernadero. Tras el fracaso de la COP15 de Copenhague, el Acuerdo de París de 2015, con vocación universal, se presentó como el nuevo marco global de actuación contra el cambio climático.
Última revisión – Diciembre 2021