Una de las grandes preguntas que se hacen los consumidores sobre el césped artificial es si es realmente ecológico
El césped artificial es una excelente solución: maximiza el tiempo de disfrute de la superficie minimizando el tiempo necesario para su mantenimiento.
Una de las mayores ventajas del césped artificial es que se puede utilizar de muchas maneras diferentes: paisajismo, campos deportivos, balcones, gimnasios, caminos y áreas de juego, pero la pregunta sigue siendo: ¿se puede fabricar de forma sostenible?
En este artículo, nos adentraremos en las ventajas ecológicas del césped artificial y discutiremos cómo se compara en general con el césped natural en términos de impacto medioambiental.
El césped artificial ha sido objeto de este tipo de preguntas desde que se introdujo por primera vez en la década de 1960, pero todavía mucha gente sigue sin estar segura de si es o no beneficioso para el medio ambiente.
Las ventajas ecológicas del césped sintético
El césped artificial está fabricado con materiales sintéticos. Estos materiales tienen un impacto en el medio ambiente. Aun así, el césped artificial tiene muchas credenciales medioambientales positivas en comparación con el césped natural. A menudo se promociona como una alternativa «verde».
Reducción de las emisiones nocivas
Un argumento que suelen utilizar los críticos es que el césped artificial no es natural y que, por tanto, no puede realizar las funciones naturales que se supone que realiza el césped natural, como convertir el dióxido de carbono en oxígeno.
Aunque el hecho de que el césped artificial no puede reducir los niveles de dióxido de carbono es cierto, lo que es importante recordar es que el mantenimiento de un césped natural utiliza un exceso de electricidad, agua y combustible, especialmente si tienes un cortacésped de gasolina, lo que crea una contaminación atmosférica adicional.
Las herramientas de jardín motorizadas contribuyen en un 8% al calentamiento global. Sólo una hora de corte de césped natural con motor de gasolina puede producir tanta contaminación como cuatro horas de conducción.
Además, el césped natural necesita ser regado regularmente, alimentado con productos químicos para mantener su aspecto estético, lo que puede ser igualmente perjudicial para el medio ambiente y la fauna.
Protege tu salud y el medio ambiente
Como se ha mencionado anteriormente, el césped natural requiere el uso de fertilizantes, pesticidas y herbicidas para su mantenimiento general. La química sugiere que estos productos utilizan sustancias químicas que contribuyen hasta en un 8% al calentamiento global.
Según algunos estudios realizados ha demostrado que cada campo deportivo de césped artificial rectangular de tamaño completo ahorra entre 1, 8 y 3, 7 millones de litros de agua al año
El impacto medioambiental del césped artificial no sólo evita la adición de productos químicos al ecosistema local, sino que también te protege a ti, a tus hijos y a tus mascotas de los efectos de estos humos y productos no naturales.
Preserva el agua
El césped natural necesita mucha agua, eso es un hecho. Aquí es donde las superficies de césped artificial tienen una gran ventaja sobre el césped natural.
En la mayoría de los casos, no necesitarás regar el césped artificial más que para limpiarlo. Aunque hay algunos tipos de césped artificial que rinden más cuando se les riega, el uso de agua es generalmente mucho menor que el necesario para regar y mantener el césped natural.
Según algunos estudios realizados ha demostrado que cada campo deportivo de césped artificial rectangular de tamaño completo ahorra entre 1, 8 y 3, 7 millones de litros de agua al año.
Además, la instalación de césped artificial siempre incluye alguna forma de drenaje.
Algunos usuarios optan por recoger el agua de escorrentía de su césped artificial para reutilizarla. Al no absorber la humedad como lo hace el césped natural, el agua de lluvia (y el agua que se utiliza para limpiarla) puede ahorrarse para otra cosa.
El césped artificial es bueno para tu jardín
Muchos críticos sostienen que después de una fuerte lluvia, el exceso de agua de lluvia no tiene dónde ir si se instala un césped artificial, pero esto simplemente no es cierto. Todos los tipos de césped artificial están diseñados no sólo para parecerse al césped natural, sino también para drenar el agua. Teniendo esto en cuenta, el agua de lluvia no se acumulará, sino que se drenará hacia el suelo sin que se produzcan antiestéticos charcos o el barro que los acompaña.
Todos somos responsables de garantizar que nuestro entorno sea respetuoso con el medio ambiente, pero puedes estar seguro de que el césped artificial es ecológico y no es perjudicial para tu espacio exterior ni para la vida silvestre que reside en él.
¿Cuál es el impacto medioambiental del césped natural?
El césped natural tiene algunas ventajas medioambientales. Absorbe la humedad, se mantiene fresco y proporciona un hogar para los insectos y las aves. Pero, como ya hemos dicho, el césped natural no surge de la nada. Entonces, ¿Qué hay que hacer para conseguir la perfección del césped?
El césped natural necesita ser cortado, regado y abonado. Todas estas actividades repercuten en el medio ambiente en general:
- Segar
- Regar
- Fertilizar
En conclusión, a medida que la tecnología avanza en el sector del césped artificial, los fabricantes siempre están buscando maneras de mejorar los materiales y los procesos de manera que se reduzca aún más el impacto ambiental.
El césped natural necesita mucha agua, eso es un hecho. Aquí es donde las superficies de césped artificial tienen una gran ventaja sobre el césped natural.