13 tecnologías que podrían salvar el mundo

Tecnologías que pueden ayudarnos decisivamente

Puede parecer que el mundo haya cruzado un umbral del no retorno en una enorme variedad de problemas medioambientales, pero hay algunas tecnologías increíbles ahí fuera preparadas para salvarlo.

Vamos a conocerlas…


1. Vidrio solar

Hoy en día es necesario enormes espacios con instalaciones de cientos de turbinas eólicas si se quisiera funcionar sólo con energía limpia. Pero, ¿y si no necesitáramos tanto espacio?

El vidrio solar nos permitirá convertir cada ventana en una fuente de energía limpia y natural. Todas las ventanas de los edificios, las puertas de los coches, las puertas correderas de los patios y las paredes de las terminales de autobuses tienen el potencial de captar la energía que ya golpea la Tierra cada día con una cantidad de energía enorme.

La belleza reside en la cantidad de vidrio que ya utilizamos. Podemos introducir gradualmente el vidrio solar sin hacer cambios significativos en nuestras infraestructuras o estilos de vida. Quién sabe, incluso podríamos alimentar nuestros teléfonos de esta manera, con el tiempo suficiente.


2. Lámparas solares

Una versión más especializada de la tecnología de paneles solares, las lámparas solares representan una de las formas más intuitivas de hacer que las infraestructuras se alimenten a sí mismas.

Imaginemos cuánta energía se necesita para alimentar nuestro sistema de autopistas, por no hablar de una ciudad entera. Una sola lámpara que funcione con energía solar podría ahorrar entre 8 y 12 horas de energía al día.

Si cuentas las farolas de tu calle… puedes hacerte una idea.

Las lámparas solares también son estupendas para el hogar, y son asequibles. Como todas las tecnologías revolucionarias, ésa es la clave para difundir una idea por todo el mundo: los automóviles, los ordenadores e Internet. Se trata de acceso, y los paneles solares lo han conseguido.


3. LEDs

Las luces LED, héroes anónimos de una tecnología que ha cambiado el mundo, han mejorado significativamente los niveles de consumo energético de la sociedad sin que nos hayamos dado cuenta.

Las fuentes de luz representan el 15% del consumo mundial de energía y el 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Imagínese reducir ese consumo en un 75% sólo con LED. Su ejecución es tan sencilla que muchas personas ni siquiera se dan cuenta de que utilizan LED.

Basta con recordar el número «25». Los diodos emisores de luz (LED) consumen aproximadamente el 25% de la energía necesaria para alimentar las bombillas incandescentes tradicionales y, además, pueden durar hasta 25 veces más.


4. Energía de fusión nuclear

En un mundo que lucha por abandonar su dependencia de los combustibles fósiles, hay una tecnología en desarrollo que casi suena demasiado buena para ser verdad: la fusión nuclear.

La energía de fusión ofrece enormes cantidades de energía limpia con una fuente de combustible casi ilimitada y prácticamente sin emisiones de carbono.

Hay equipos de investigadores en todo el mundo y miles de millones de dólares gastados en asegurar su puesta en marcha.

Está previsto que hacia 2021, Wendelstein 7-X, un reactor de pruebas en Alemania, pueda funcionar hasta 30 minutos de duración.


5. Algas

¿Quién iba a pensar que la viscosa sustancia verde que se encuentra bajo el muelle del lago podría ayudar a salvar el mundo?

Y lo que es aún más extraño, ¿Qué esta cosa repugnante podría frenar las emisiones excesivas de dióxido de carbono? Un equipo de científicos británicos descubrió que el deshielo de los casquetes polares libera hierro en las corrientes oceánicas y lo esparce por todo el mundo.

Ese hierro alimenta a las algas, que absorben dióxido de carbono antes de hundirse en el fondo del mar, encerrando la sustancia durante siglos.

No es, ni mucho menos, una solución permanente, pero el patrón podría ganar un tiempo precioso para que la humanidad encuentre una.

Aún mejor: La empresa Algenol, con sede en Florida, planea crear energía asequible extrayendo etanol de las algas, del mismo modo que nosotros extraemos etanol de la uva.

De hecho, las algas producen etanol unas 50 veces más rápido que las plantas terrestres, según Paul Woods, director general de la empresa.


6. Poder osmótico

Imagina que pudieras no sólo extraer agua dulce del agua salada, sino también generar energía en el proceso. Eso es exactamente lo que hace la energía osmótica. No nos equivoquemos: la desalinización es posible y escalable.

¿Por qué no generar energía en el proceso de llevar agua dulce a la población mundial?

Este es un ejemplo clásico de cómo las cambiantes necesidades medioambientales, energéticas y de consumo del mundo pueden resolverse con múltiples soluciones trabajando en tándem.


7. Captura de carbono

Canadá ha puesto en marcha la primera planta de captura de carbono del mundo en Alberta. Aunque sigue quemando combustibles fósiles, se prevé que reducirá las emisiones en un 90%.

Suena a oxímoron, pero la planta atrapa el dióxido de carbono bajo tierra antes de que tenga oportunidad de escapar a la atmósfera.

La primera central podría reducir las emisiones de carbono en un millón de toneladas al año, lo que equivale a retirar 250.000 vehículos de nuestras carreteras.

Imaginemos cuántos coches proverbiales podríamos retirar de las carreteras con más centrales como ésta en todo el mundo.


8. Principios Passivhaus

«Hay unos 48 millones de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza. En un mes determinado, si hace demasiado frío, pueden tener que elegir entre calentarse o comer». – Dan Hines, DC Habitat

Es una afirmación contundente, y ni siquiera tiene en cuenta que el resto del mundo vive en condiciones similares (o peores).

La idea central es que las casas conservan el calor como un termo. El calor se queda dentro de la casa para mantener el consumo de energía en mínimos históricos, y también los costes asociados. Los principios Passivhaus podrían reducir ese consumo hasta un 90%.

Lo que empezó como un proyecto para familias con bajos ingresos podría convertirse en una práctica estándar para los diseños de las casas del futuro.

En 2016 había 125,8 millones de hogares estadounidenses, según Statista. Si cada casa siguiera estos principios, todas ellas podrían funcionar con energía suficiente para 12,58 millones de hogares.


9. Superredes

Uno de los problemas fundamentales de la energía es que se pierde al transmitirla a grandes distancias. Por eso necesitamos centrales eléctricas cerca de los grandes núcleos de población.

Pero un nuevo tipo de cable puede permitirnos conectar fuentes de energía lejanas con ciudades que las necesitan, y por muy poco dinero si se combina con fuentes de energía rentables, como las turbinas eólicas.

De hecho, Oklahoma planea exportar su energía eólica a nueve millones de consumidores eléctricos del valle del Tennessee con un cable de 1.100 kilómetros.

Y esa es la base de la superred. Podemos generar cantidades masivas de energía limpia en zonas remotas del planeta para su uso en zonas más habitables. Podría cambiar la forma de crear infraestructuras para el mundo.


10. Agua a partir de «caca»

Es la única tecnología cutre de esta lista, pero por buenas razones.

Bromas aparte, dos mil millones de personas utilizan letrinas que nunca se vacían correctamente, lo que propaga enfermedades transmitidas por el agua que matan a entre seis y ocho millones de personas.

Es un grave peligro para la calidad de vida de una gran parte de la población mundial, y esta tecnología puede dar pasos significativos para solucionarlo.

El Janicki Omniprocessor, un procesador de residuos autoalimentado e impulsado por vapor, transforma lo único que nadie quiere (caca) en lo único que todo el mundo necesita (agua…).

783 millones de personas carecen de acceso al agua potable. Esta tecnología podría resolver ambos problemas a escala regional, convirtiendo el lastre de la falta de saneamiento en la ventaja del acceso al agua potable.


11. Grafeno

Con sólo un átomo de grosor, el grafeno es el material más resistente conocido en el mundo y conduce más electricidad que el cobre. He aquí algunos usos propuestos para este nuevo material:

Filtrar la sal del agua de los océanos para hacerla potable.

Al igual que en las Edades de Bronce y de Hierro, la fuerza y la amplia aplicabilidad del grafeno podrían llegar a definir una era.

Desde dispositivos para salvar vidas hasta mejores auriculares, el grafeno podría convertirse en la base de todo lo que conocemos.


12. Geoingeniería

La geoingeniería es una de las tecnologías más arriesgadas de esta lista. Aunque no es tan vanguardista como parece, y aún no se ha demostrado que sea una fuerza positiva para la humanidad, tiene demasiado potencial como para ignorarlo.

La idea central es alterar ciertos patrones o entornos del planeta para garantizar su supervivencia a largo plazo (y la nuestra). He aquí algunos ejemplos de lo que sería la geoingeniería:

  • Enfriar la atmósfera rociando azufre en la atmósfera, imitando la ceniza de un volcán.
  • Enfriar el círculo polar ártico inyectando aerosoles en el aire para mantener intactos los casquetes polares.
  • Hacer que nuestras nubes sean más reflectantes para controlar los rayos UV del sol.
  • Plantar más árboles a escala mundial
  • Depositar rocas disueltas en el océano para atrapar más dióxido de carbono.

Pero la geoingeniería plantea serios problemas. Si bloqueamos los rayos UV del sol, esto podría impedir directamente la producción agrícola en ciertas partes del mundo, o secar regiones enteras del planeta.

Entre 1.200 y 4.100 millones de personas podrían sufrir los efectos negativos de la geoingeniería, incluso si salva al mundo de un desastroso aumento de cuatro grados de la temperatura global.

A pesar de las consecuencias, es posible que tengamos que empezar a geoingeniería la atmósfera del planeta de todos modos.


13. Turbinas submarinas

Las corrientes oceánicas son poderosas y ahora disponemos de la tecnología para aprovecharlas.

Científicos del Reino Unido consiguieron suministrar energía a una red eléctrica en 2007, y existen empresas como Aquantis que desarrollan la tecnología a escala comercial.

La energía eólica y la solar dominan los titulares, pero nuestros océanos podrían cubrir el 9% de las necesidades energéticas de Estados Unidos en 2030.

La energía oceánica podría imponerse más rápidamente que las tecnologías solar y eólica ahora que hemos visto que pueden funcionar a un nivel asequible. Esté atento a las noticias sobre turbinas oceánicas.

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