OCÉANO. Los neumáticos máquinas de matar cangrejos ermitaños

Los neumáticos vertidos en el océano están matando a los cangrejos ermitaños

Los neumáticos vertidos en el océano están matando a los cangrejos ermitaños
Los neumáticos vertidos en el océano están matando a los cangrejos ermitaños

 

Figura 1. (a,b) Neumático en el lecho marino a 8 m de profundidad, en la bahía de Mutsu, en junio de 2012, con numerosas conchas de gasterópodos vacías, algunas con cangrejos ermitaños. (c) Captura mensual de especies de cangrejos ermitaños (barras) y captura acumulada (línea) desde octubre de 2015 hasta septiembre de 2016. Crédito: DOI: 10.1098/rsos.210166


Una pareja de investigadores de la Universidad de Hirosaki, ha descubierto que los neumáticos desechados en el océano atrapan y matan a los cangrejos ermitaños.

Atsushi Sogabe y Kiichi Takatsuji han publicado su estudio en Royal Society Open Science.

Investigaciones anteriores han demostrado que una gran variedad de actividades y productos humanos perjudican a las criaturas marinas.

Desde la sobrepesca y el calentamiento global hasta los detergentes para lavadoras, los fertilizantes y los plásticos que se vierten al mar, los océanos del mundo se están convirtiendo en un lugar más difícil para la supervivencia de muchos animales marinos.

 

Un neumático en el mar es una máquina de matar cangrejos ermitaños
Un neumático en el mar es una máquina de matar cangrejos ermitaños.

 


Los neumáticos desechados de coches y camiones

En este nuevo esfuerzo, Sogabe y Takatsuji encontraron otra amenaza: los neumáticos desechados de coches y camiones.

Descubrieron que los cangrejos ermitaños son capaces de meterse en el centro circular abierto de un neumático, pero debido a la forma de los neumáticos, no pueden volver a salir.

Como señalan los investigadores, los neumáticos llegan al océano de tres maneras principales:

  • Cayendo de muelles o barcos que los utilizan como defensas
  • Desprendiéndose de arrecifes artificiales mal construidos
  • y vertiéndose ilegalmente.

En cualquier caso, suponen un peligro para las criaturas que pueden quedar atrapadas en ellos. Los investigadores buscaron y encontraron seis neumáticos en el fondo del mar lo suficientemente cerca de la orilla como para poder observarlos.

A continuación, visitaron cada uno de los neumáticos varias veces a lo largo de un año y contaron cuántos cangrejos ermitaños habían quedado atrapados en ellos; en total, contaron 1.278.

Sin embargo, los cangrejos capturados no murieron porque los investigadores los liberaron. Para saber más sobre lo que les ocurre a los cangrejos ermitaños que quedan atrapados en los neumáticos, los investigadores realizaron experimentos en un acuario de laboratorio.

Comprobaron que los cangrejos ermitaños podían entrar fácilmente en los neumáticos, pero no podían salir. A veces, los cangrejos recurrían al canibalismo para evitar el hambre.

También descubrieron que los cangrejos ermitaños atrapados se convertían a menudo en objetivos fáciles para los depredadores. Sugieren que los neumáticos en el océano suponen una amenaza similar a la de los aparejos de pesca desechados.

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