¿Puedes reducir tu impacto ambiental al tiempo que contribuyes a la economía circular?
La sostenibilidad es una parte crucial de cualquier plan de desarrollo empresarial
Pero, ¿por qué es tan importante la sostenibilidad? Prepararse para el futuro será rentable a largo plazo, no sólo en términos financieros.
Hoy más que nunca, las personas dan un valor añadido a la sostenibilidad debido a su mayor comprensión de las cuestiones medioambientales.
Por tanto, limitar tu impacto medioambiental y social puede desempeñar un papel importante a la hora de forjar tu reputación, captar clientes y atraer talentos a tu equipo.
Además, las normativas gubernamentales para las empresas están convirtiendo los ideales medioambientales en obligaciones legales, mientras que invertir en materiales, productos, servicios y tecnologías más sostenibles puede ahorrar dinero a diario.
Pero lo más importante es que es responsabilidad de todos proteger nuestro futuro adoptando ahora medidas sostenibles.
Objetivos de Desarrollo Sostenible: un marco útil
Según, Infoglob, Blog de la Universidad Politécnica de Madrid explica que:
“Mejorar la política de sostenibilidad de tu empresa puede parecer abrumador. Cada pequeño paso puede marcar una gran diferencia, pero a la hora de adoptar una estrategia más rígida y coherente, los objetivos de desarrollo sostenible pueden servir de marco”.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) pretenden lograr:
«el equilibrio adecuado entre la sostenibilidad social, económica y medioambiental».
Estos objetivos se establecieron en 2015 con el propósito de ser alcanzados en 2030.
Por lo tanto, están bien establecidos y comprendidos en todas las regiones del mundo y no todos los sectores de actividad.
Desde la perspectiva de la sostenibilidad medioambiental, los ODS 12 y 13 deben ser una prioridad para las empresas:
- El Objetivo 12 trata del «consumo y la producción responsable», e incluye, por ejemplo, preservar las materias primas mediante el diseño de productos más compactos y ligeros, utilizar materiales reciclados y reciclables para crear envases más sostenibles, reducir el uso de productos químicos en los procesos de producción y promover el reciclaje de producto a producto.
- El Objetivo 13 trata de la «acción por el clima» y se centra en reducir las emisiones de CO2 a lo largo del ciclo de vida de un producto, incluso mediante el uso de energías renovables. Los siguientes ODS deben complementarse entre sí. Procesos como el reciclaje y la producción de energías renovables sólo pueden tener éxito si se integran en la cadena de suministro. Por ello, las multinacionales, las agencias gubernamentales y otras grandes empresas están utilizando sus influencias para asegurarse de que los proveedores comparten sus valores y normas de contratación, ofreciendo así a las empresas de todos los tamaños la oportunidad de beneficiarse de las estrategias de sostenibilidad de otros actores.
El ciclo de vida del producto: del nacimiento al renacimiento
Para un fabricante, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son relevantes en cada etapa del ciclo de vida de un producto.
Gitbook, en su sección de artículos destacados explica que incluso antes de la producción, durante las fases de desarrollo y diseño, deben considerarse y mejorarse la eficiencia energética y la reciclabilidad de los productos.
La adquisición, la fabricación, la distribución, el reciclado de materiales y otros aspectos desempeñan un papel en la sostenibilidad general de un producto.
La aplicación de unas rigurosas directrices de calidad y gestión medioambiental garantiza que la cadena de suministro y los procesos de fabricación reflejen los valores de una empresa, de un sector y, lo que es más importante, de los clientes.
Las evaluaciones de impacto ambiental pueden hacer un seguimiento de los avances en aspectos como la reducción de las emisiones de CO2, mientras que un sistema de gestión ambiental como la norma ISO 14001 puede ayudar a mantener los compromisos.
Existen muchos otros sistemas promovidos por el sector que pueden servir de marco para cualquier empresa, grande o pequeña, que pretenda reducir su impacto ambiental.
Es fácil ver las estrategias de sostenibilidad como algo lineal, con una recompensa en la línea de meta.
Sin embargo, en la realidad del siglo XXI, ya no se trata de diseñar un producto desde su nacimiento hasta el final de su vida útil, sino desde su nacimiento hasta su renacimiento. Se trata de un ciclo de vida circular, desde la investigación y el desarrollo hasta la renovación y vuelta a empezar.
La economía circular se basa en utilizar los productos y materiales en servicio el mayor tiempo posible, mediante su reparación y reutilización, antes de pasar a los procesos de reacondicionamiento y reciclaje.
Reducir la dependencia de las materias primas y las emisiones del transporte y la fabricación ayuda a proteger el medio ambiente, mientras que los precios más bajos asociados a los productos renovados pueden reducir los costes.
Conclusión
La sostenibilidad y la economía circular son dos conceptos fundamentales en la actualidad, ya que su aplicación es clave para garantizar un futuro próspero y sostenible para las generaciones presentes y futuras.
La sostenibilidad se refiere a la capacidad de satisfacer las necesidades de la actual generación sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
Esto significa que debemos usar los recursos naturales de manera responsable, minimizando nuestra huella ecológica y asegurando la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad.
Por otro lado, la economía circular es un modelo económico que busca maximizar la eficiencia en el uso de los recursos y reducir la generación de residuos. En lugar de seguir el modelo lineal de producir, usar y desechar, la economía circular promueve la reutilización, el reciclaje, la reparación de los productos y materiales, de manera que se mantengan en la economía el mayor tiempo posible y se reduzca la necesidad de nuevos recursos.
Ambos conceptos están estrechamente relacionados, ya que la economía circular es una forma de aplicar los principios de la sostenibilidad en la práctica. Al promover la reutilización de los recursos y la reducción de residuos, se minimiza la presión sobre los ecosistemas y se fomenta la conservación de los recursos naturales.
Por último, la importancia de la sostenibilidad y la economía circular radica en su capacidad para garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones, su capacidad para minimizar el impacto ambiental y maximizar la eficiencia en el uso de los recursos.