"Los datos ambientales son claros: usar estos envoltorios reduce la huella de carbono en más de un 98% frente a los desechables", afirma Meritxell Hernández, CEO de Roll’eat, pionera en envoltorios sostenibles en España. El problema es global: cada ciudadano de la UE genera 36,1 kg de residuos plásticos de envases al año, un 30% más que en 2010, y solo el 40% se recicla correctamente