PAPELMATIC redefine el papel de la servilleta en la comunicación de marca

El material, el color, el formato, el acabado y la personalización de una servilleta definen cómo una marca se percibe y qué valores proyecta. Cada detalle comunica: desde la textura del papel, hasta el color o la impresión de un logotipo o un mensaje. Con esta mirada integral, PAPELMATIC pone en valor la servilleta como un soporte de comunicación capaz de unir identidad, coherencia y sostenibilidad, en un objeto que el cliente ve, toca y se lleva a la boca

En un mercado donde la imagen de marca lo es todo, el branding ha dejado de ser solo una cuestión de campañas publicitarias. Hoy, las marcas se construyen en los pequeños detalles: en los materiales que utilizan, en cómo se presentan y en la experiencia que generan en cada interacción con el cliente. Desde un cartel hasta un bolígrafo corporativo, cada elemento comunica. Y, entre ellos, hay uno que muchas veces pasa desapercibido, pero que puede decir más de una empresa que cualquier anuncio, la servilleta.

Por ejemplo, en el comedor de una oficina, donde los empleados desconectan del ritmo laboral y comparten un momento de pausa, cada elemento del entorno contribuye a reforzar la cultura corporativa. En ese espacio, las servilletas personalizadas no solo cumplen una función práctica, sino que también transmiten identidad, coherencia y cuidado por el detalle. Ver el logotipo, los colores de la empresa o un mensaje positivo en un objeto tan cotidiano refuerza el sentido de pertenencia y convierte un gesto tan simple como comer o limpiarse las manos en una experiencia de marca.

Con más de 60 años de experiencia en higiene consciente y profesional, PAPELMATIC entiende la servilleta como un soporte de comunicación, una pieza clave en la narrativa visual y táctil de las organizaciones. Fabricadas desde AIXA, la empresa del Grupo PAPELMATIC especializada en converting de celulosa, las servilletas personalizadas reflejan los valores de una marca y trasladan su identidad a los gestos más cotidianos. Pau Fornt, director general de PAPELMATIC, expone:

 

En PAPELMATIC se entiende que el branding es mucho más que escaparates, bolígrafos o redes sociales; es todo aquello que forma parte del día a día del cliente. Una servilleta personalizada puede parecer un simple detalle, pero en realidad comunica quién es una empresa y cómo desea ser percibida. El material, el color, la textura, el mensaje o el tamaño también hablan. Por ejemplo, una servilleta blanca y de gran formato transmite elegancia y cuidado, mientras que una de papel reciclado y tono natural refleja compromiso ambiental y cercanía. Cada medida y cada acabado proyectan una intención. Al final, es un elemento que el cliente toca, se lleva a la boca y asocia directamente con la calidad del servicio. Por eso, cuando una empresa elige personalizar sus servilletas, en realidad está diseñando una parte importante de su experiencia de marca.

 

¿Cómo influye el material de fabricación?
El material es el punto de partida del mensaje. Cada tipo de papel proyecta valores distintos y contribuye a reforzar la personalidad de la marca. El blanco habla de precisión; el reciclado, de equilibrio; y el natural, de honestidad y respeto:

  • Celulosa virgen: su blancor uniforme y su textura suave transmiten limpieza, profesionalidad y precisión. Es la opción escogida por empresas y espacios que buscan proyectar una imagen impecable y exigente, donde la pulcritud refuerza la confianza.
  • Celulosa reciclada: ofrece un equilibrio entre funcionalidad y sostenibilidad. Mantiene una apariencia cuidada, pero comunica un mensaje de responsabilidad y eficiencia. Es habitual en entornos donde la gestión consciente de los recursos forma parte de la cultura corporativa.
  • Papel natural: con su tono beige o marrón claro, evoca autenticidad, cercanía y respeto por el entorno. Transmite una estética artesanal y sostenible, ideal para marcas que quieren reflejar compromiso ambiental y una relación más humana con el cliente.

La importancia de cada acabado
Si el material define el tono, el acabado determina la sensación. El relieve, el brillo o la suavidad modifican cómo se percibe el contacto con la marca: lo liso ordena, lo gofrado acoge y lo decorado distingue:

  • Liso: proyecta sobriedad, limpieza y modernidad. Transmite una imagen cuidada y precisa, ideal para espacios que buscan orden, claridad y coherencia visual, como el ámbito corporativo.
  • Gofrado: aporta volumen, suavidad y capacidad de absorción. Transmite cercanía, confort y atención al detalle, frecuente en restauración o eventos.
  • Con cenefa o relieve decorativo: añade elegancia y presencia, reforzando la idea de cuidado y planificación, especialmente en servicios más formales o de celebración.

La personalización como reflejo de la marca
La posibilidad de personalizar las servilletas permite a las empresas reforzar su identidad de forma sencilla y efectiva. Imprimir el logotipo, los colores corporativos o un mensaje breve ayuda a mantener la coherencia visual y a transmitir profesionalidad. Además, estos elementos no solo identifican a la compañía, también aportan personalidad y refuerzan la experiencia del cliente.

La personalización puede adaptarse a diferentes estilos: desde un diseño discreto que prioriza la elegancia, hasta propuestas más visibles que buscan destacar la marca o comunicar valores concretos, como la sostenibilidad o la cercanía. En todos los casos, cada detalle impreso contribuye a proyectar una imagen coherente y propia, un mensaje único.

Asimismo, las servilletas personalizadas de PAPELMATIC, fabricadas e impresas desde AIXA, se realizan con tintas no tóxicas y aptas para el contacto alimentario, lo que garantiza la seguridad sin renunciar a la estética ni al compromiso con el entorno.

Cada formato, una experiencia distinta
El tamaño de una servilleta no solo responde a una cuestión práctica, también define la experiencia que se quiere transmitir. En PAPELMATIC, los diferentes formatos permiten adaptar el mensaje y la funcionalidad a cada contexto, manteniendo la coherencia entre uso, espacio e identidad de marca.

  • 17×17 cm: ligeras y manejables, son las más utilizadas en cafeterías, degustaciones y coffee breaks. Su tamaño pequeño refuerza una imagen dinámica, ágil y cercana, perfecta para servicios informales o de consumo rápido donde prima la comodidad.
  • 20×20 cm: equilibran funcionalidad y presencia. Se asocian con entornos corporativos, comedores o eventos donde la marca busca proyectar una imagen cuidada sin perder practicidad. Son una buena opción para servicios con alta rotación pero que desean mantener una coherencia estética.
  • 30×30 cm: representan el punto medio entre la operatividad y la experiencia. Su tamaño aporta una sensación de confort y cuidado, siendo habituales en menús del día, caterings o espacios donde se busca combinar profesionalidad y proximidad.
  • 40×40 cm: el formato más representativo y visualmente potente. Aporta presencia y transmite elegancia, convirtiéndose en una extensión de la puesta en escena en restaurantes, eventos o celebraciones donde cada detalle forma parte del servicio.

El número de capas también influye. Las servilletas de una capa priorizan la ligereza y el uso cotidiano, mientras que las de dos o tres capas ofrecen mayor resistencia y absorción, aportando una sensación más premium.

Una oportunidad para conectar
Cada interacción con el cliente deja una huella. En comunicación, se llama punto de contacto: un momento en el que la marca se hace presente, aunque sea de forma sutil. La servilleta es uno de esos puntos y, quizá, el más cotidiano de todos. Acompaña comidas, reuniones, celebraciones o pausas y está siempre en ese espacio donde la experiencia se vuelve personal, cercana.

Por eso, su diseño, su textura y su mensaje tienen más peso del que parece. Una servilleta personalizada no solo proyecta una imagen, sino que genera un recuerdo y cuando ese recuerdo se asocia a confort, limpieza o sostenibilidad, la marca gana un valor añadido: la confianza.

Desde PAPELMATIC, se cuida cada uno de esos detalles con una mirada técnica, estética y responsable, porque incluso en el gesto más simple, como coger una servilleta, hay una oportunidad de reforzar lo que toda marca aspira a transmitir: coherencia, calidad y respeto por quien la elige.

Sobre PAPELMATIC
Fundada en 1965 en Barcelona por Pau Fornt Valls, PAPELMATIC  es una empresa familiar con un profundo ADN papelero. Inicialmente especializada en el ‘converting’ de celulosa, la compañía ha diversificado su catálogo para ofrecer más de 1.500 soluciones de higiene consciente y bienestar profesional, adaptadas a las necesidades de diversos sectores e industrias.

Bajo el liderazgo de Pau Fornt Baldrich, perteneciente a la cuarta generación de una familia empresaria, PAPELMATIC mantiene un firme compromiso con la innovación tecnológica, la responsabilidad social y el respeto por el medio ambiente.

PAPELMATIC forma parte del GRUPO PAPELMATIC, junto con otras empresas familiares como Efebé y Aixa Converting. Con sede en Cornellá de Llobregat (Barcelona), actualmente emplea a 40 personas y opera en toda España a través de su equipo comercial y su canal de venta online.

Además, cuenta con presencia internacional mediante distribuidores globales que atienden a empresas multinacionales.

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