Las instituciones españolas lideran con inversiones temáticas en gestión forestal sostenible y recursos hídricos, pero enfrentan importantes barreras de datos. Únicamente el 17% de la financiación actual de biodiversidad proviene del sector privado, evidenciando una oportunidad de mercado sin explotar. El informe identifica instrumentos financieros emergentes: préstamos vinculados a la biodiversidad, soluciones basadas en la naturaleza, bonos verdes y créditos de biodiversidad